En este día se celebra la creencia, de acuerdo a la tradición y teología de la Iglesia católica y de la Iglesia ortodoxa, de que el cuerpo y alma de la Virgen María, la madre de Jesucristo, fueron llevados al Cielo después de terminar sus días en la Tierra.
Por la ley Emiliani, el día festivo correspondiente se mueve para el siguiente lunes